El procedimiento para tratar la vasculopatía retinal se centra en restaurar y preservar la función visual afectada por alteraciones en los vasos sanguíneos de la retina. Este tratamiento abarca diversas intervenciones según la causa subyacente, como el edema macular, la isquemia o la neovascularización, y está diseñado para prevenir complicaciones graves como pérdida de visión o ceguera.
Este procedimiento está indicado para:
El procedimiento es esencial para:
Las opciones terapéuticas incluyen:
Es un procedimiento ambulatorio y personalizado, que combina técnicas avanzadas para ofrecer una solución integral. Requiere seguimiento cercano para evaluar la efectividad del tratamiento y ajustar el manejo según la progresión de la enfermedad y las necesidades del paciente.